jueves, 18 de febrero de 2010

A voces vol. II



Ya que San Valentín es una fiesta comercial, ¿por qué no hacer más directos los mensajes? Por ejemplo las tarjetas "románticas" podían ser así (por lo menos son más rápidas, lo propio en esta época, pero conservando cierta tradicionalidad):

Las rosas son rojas,
las violetas azules;
solo te mando esta tarjeta
para tener sexo fácil
y la posibilidad de acercarme a tu amiga,
que está más buena
PD: ¿quieres probar el anal?

Esta conclusión se extrae de la respuesta hecha a la pregunta ¿Qué buscas en un hombre?:

"Que me sorprenda, que me haga reír y que sea sincero."

Típicos tópicos altamente cuestionables. Punto por punto:
Sorprender: creo que si alguien recibe esta carta se quedaría anonadado (etimológicamente, ¿tendrá algo que ver con el culo y una piscina?; por ejemplo, cuando sufres esa situación tan incómoda que es sentarte sobre un charco, lo propio sería decir: ¡Uy! Me he anonadado; ¿estará relacionado, también, con la expresión "quedarse con el culo torcido"?). Se sorprrendería, pero ¿de forma agradable?
Hacer reír: si entregas en mano esta tarjeta, ten por seguro que se van a reir de ti.
Sinceridad: ¿De verdad la queremos? Porque como decía Joaquín Reyes: “A mí que me digan las cosas por la espalda me da igual. ¿Qué puede pasar? ¿Qué te piten los oídos? Eso no está demostrado. Lo que molesta es a la cara.”
..........................................................................................................................
Nota a pie de hipocresía: según Allen: “el sexo sólo es sucio cuando se hace bien”; y su consejo: “Amaos los unos sobre los otros”. Y siendo sinceros (ya que estamos), lo de la foto, yo también lo haría.

1 comentario: